
Comienzo esta entrada recomendándote este estupendo libro de la Dra. Nuria Fernández. No hay muchas publicaciones buenas y útiles al respecto, y esta lo es sin duda.
El tema de la técnica de dirección, siendo en sí mismo de una importancia capital, está sin embargo, a mi juicio, un tanto desenfocado en el mundo de la educación coral.
Me explico: si bien, en la dirección profesional, tener una buena técnica es algo incuestionable e irrenunciable, en el ámbito de la educación coral, no lo es tanto, es tan solo una herramienta más entre otras, y la experiencia al respecto así lo atestigua. He visto a lo largo de mi vida excelentes coros escolares dirigidos por educadores corales que disponen de una técnica gestual modesta, y en realidad, si el coro suena bien, a nadie parece importarle.
El problema aparece cuando, al comenzar a estudiar técnica de dirección, los educadores corales descuidan el resto de cosas que tienen que hacer para desempeñar bien su trabajo pedagógico-coral. No estoy diciendo que no sea importante saber dirigir para un educador coral, que lo es, claro que sí, sino que esta herramienta es tan sólo una más entre las que conforman su bolso de Mary Poppins.
Un/a educador/a coral a mi juicio, debería en primer lugar, saber cantar y saber enseñar a cantar, ayudar a sus alumnos a construir su instrumento vocal. A continuación, tiene que ser un buen pedagogo/a, es decir, realizar buenos ensayos, divertidos, dinámicos, eficientes. Y por último, cuando se pone a dirigir, debe hacerlo igualmente bien, pero sin dejar de escuchar a sus alumnos y de corregirles constantemente de forma didáctica e igualmente, eficaz, no solo diciendo lo que hacen mal ¡sino sobre todo diciéndoles de forma inequívoca que es lo que tienen que hacer para cantar mejor!
Es cierto que en el mundo de la educación coral es muy frecuente ver a maestros y profesores de música dirigiendo lo mejor que saben y pueden, en ocasiones llevados hacia adelante por el karaoke, el piano, la guitarra o los propios alumnos cantando en modo automático. Aun así, si el coro suena bien porque los niños tienen una buena técnica vocal, la falta de una buena técnica de dirección...el público la perdona, porque finalmente verás que el público (es decir, los familiares de tus cantantes) siempre aplauden a sus hijos e hijas, faltaría más.
Ahora bien, no te confíes, en la medida en que quieras avanzar y desarrollar cada vez repertorios más complejos y de verdad enseñar a tus alumnos a seguirte la mano, y a que tú tengas el control de lo que ocurre, sinceramente, sin técnica de dirección no podrás conseguirlo.
Mi consejo es que no seas dogmático/a. Aprende dirección con quien quieras, y hazlo de forma coherente, profundiza, encuentra tus gestos, tus herramientas y se versátil, huye de la rutina, y sobre todo, no lo dirijas todo igual, por favor, que para hacer de "robocop" ya tenemos al personaje de la película.
A mi personalmente me ha ayudado mucho conocer la escuela moderna de la dirección, tal y como la explica el maestro Miguel del Castillo en su canal de Facebook, ENMUSICARTE, pero insisto, aquí cada uno elige el camino que quiere con libertad y sin imposiciones, al final lo que cuenta es aquello que le funciona a cada cual.
¡Otra discusión con un colega acerca de cómo dar una anacrusa, no, por favor! Al final, sólo cuenta una cosa ¿tus cantantes te siguen o les sigues tu a ellos? ¿el coro hace lo que tú quieres que haga y eres capaz de transmitirlo de una forma clara y eficaz?
En fin...buenas noches, me voy a dormir.
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